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lunes, 18 de julio de 2011

Historia de ficción, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia

Eddie cose hasta las dos de la mañana después de salir de la fábrica en dónde trabaja por que su sueldo no le alcanza para pagar el alquiler de la casa que habita.
 En Bolivia estudiaba ingeniería pero no tenía para comer por eso se vino y que hace diez años que no vuelve por que para volver el micro lo deja en una frontera selvática que es muy arduo atravesar.
Eddie tiene dos perros rottweiler a los que ama , dice que cuando sale a pasear a los perros todos le tienen miedo y él se siente poderoso.
Cuando llegó a Argentina trabajó en un taller clandestino, y luego consiguió éste trabajo, en dónde él cree que le pagan en blanco. Es un sueldo pequeño que no le alcanza para llegar a fin de mes pero puede volver a dormir a su casa.
En ésta nueva fábrica la modalidad es contratarte para cubrir un puesto y luego hacerte cumplir dos o tres puestos de trabajo.
Martín, el chico que dobla remeras, tuvo que ayudar a descargar un camión repleto de rollos textiles y cuando terminó de cargar todo , subiéndolo tres pisos por escalera por que no había luz, se descompuso y se desmayó. No llamaron al médico por que , según su jefa era mejor apantallarlo que perder tiempo, además "en la villa donde el pibe vive son solidarios y lo van a atender bien". Le dice luego, cuando cree que nadie la escucha, que le conviene irse calladito, por que es muy débil para el trabajo, y si ella lo echa le va a quedar “una mancha en su legajo laboral”. El pibe se va llorando bajito. Era su primer trabajo y necesita urgente otro no puede darse el lujo de manchar su historial.
En ésta fábrica las cucarachas  cuatriplican la cantidad de empleados , pero la oficina de la dueña y el salón de ventas se ven relucientes ya que  es lo que ve “la gente”. Los vendedores deben llegar temprano, ponerse los guantes y limpiarlo todo, hay una lucha interna por ver quién limpia el inodoro.
Las cucarachas corren por entre la ropa que acaba de venir de taller y descansa sobre la mesa de planchado. Eddie las espanta con la mano mientras plancha y le pasa las prendas a Martín para que las doble , las perfume y las embolse. Martín le explica llorando que deja el trabajo.
Queda “moderno” tener diseñadora así que tienen una  anotada como modelista. Siempre es cuestión de anotar a los trabajadores en un puesto que no desempeñan para ahorrar.
Le piden que diseñe todas las colecciones, estampas, avíos , packaging, vidrieras, también le piden que diseñe el interior del local, los Pop, la campaña de temporada, que haga casting de modelos, que busque fotógrafo que trabaje un sábado completo en la campaña, que obviamente no le van a pagar. Le compran una tableta digitalizadora para no mandar más a redibujar estampas y que lo haga ella , realizando también la separación de colores.
Más adelante el modelista se va, harto ( dice él) de que le paguen mal y lo exploten.
Llaman a la firma del programa de moldería industrial y le enseñan a la diseñadora a utilizarlo ,pidiéndole que , a partir de ahora diseñe las colecciones y luego también realice la moldería.
 Todo por el precio de modelista que viene cobrando hace tres años.
Se hace de noche, todos se fueron pero Eddie cosió mal las terminaciones de 200 jeans , así que  se queda hasta la madrugada, tiene miedo, y sus rottweiler ahora están lejos.

2 comentarios:

  1. Que macabro! como hay gente que puede dormir tratando asi a sus empleados
    Da asco este rubro!

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  2. y sin embargo duermen y son muy religiosos....

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