La crisis de la edad explicada por medio de la indumentaria:
Días de lluvia si los había. Lo único que me movía de mi comodidad hogareña era la liquidación en Zara y mi cumpleaños. Patético… pero real. Quería el último sweater cuello v talle M que había visto tirado hacía dos días en una montaña de liquidación entre otros tejidos y rogaba que nadie se lo hubiera llevado. Me maldecía por no haberlo comprado ese mismo día y me consolaba autoexplicándome que igual no tenía un centavo.
Me imaginaba jovial, saltarina y vestida con más colores, pero me miraba en las vidrieras y la realidad me devolvía una figura gris.
Y “Complot”?, ¿por qué insistía yo en entrar a complot?, ¿no era una marca de adolescentes?.
Añoraba poder vestirme en complot pero dudaba de esa pequeña línea en el tiempo donde te sentís súper moderna y parecés una vieja loca y terminaba en Zara comprándome un escote v gris…y luego, lo guardaba en mi placard junto a los otros 24 sweaters escote en v grises ,mientras me cortaba el pelo por que el largo ya no era adecuado.
¿Eran los colores “estados de ánimo”?,¿era la edad un estado de ánimo?, entonces yo siempre estaba nublada…pero en secreto entraba en complot , Kosiuko y 47 street y me sentía allí, entre los percheros una reina de la juventud.
Akiabara y Rapsodia deberían ser el anillo para mi dedo, pero la crisis de la edad siempre me volvía a depositar en Complot donde las vendedoras de 13 años se me acercaban bailando y me preguntaban si quería comprar un regalo para mi hija y yo me retiraba contrariada.
Al volver a casa , bajo la lluvia furiosa, me crucé con un grupo de chicas que me chocaron sin darse cuenta. “Ay Agus!! ¿esa no es tu mamá?” le dijo una a la otra señalándome!. Desperté en el piso abanicada por el encargado de un edificio aferrada a mi bolsa mojada de Zara con el sweater gris. Un bastón se acercó a mi cara, lo sostenía una viejecita de pelo blanco que , mirando con ansias mi sweater, me preguntaba dónde podía conseguir uno igual.
